lunes, 24 de septiembre de 2012

Páginas 280-289

Los Verdurin siguen despotricando contra Swann:
"Fíjate", dijo la señora Verdurin, "que ha considerado oportuno lanzar contra Brichot algunas insinuaciones venenosas y bastante ridículas. Naturalmente, como ha visto que en esta casa lo apreciamos, era una forma de herirnos a nosotros, de denigrar nuestra cena. Se ve en él al buen copañero que te pone verde a la salida".
"Pero si ya lo dije yo", respondió el Sr.Verdurin: "es un fracasado, un pobre hombre envidioso de todo lo que tiene un poco de grandeza" (...)
Swann ignoraba aún la desgracia qu elo amenazaba en casa de los Verdurin y, movido por su amor, seguía viendo con buenos ojos sus ridiculeces (pp.281-282).
A medida que nos adentramos en "Un amor de Swann" más evidente se vuelven los artificios novelísticos: está claro que, si el narrador "reconstruyera" la historia de su amigo a partir de lo que otros le contaron, dificilmente podría haber tenido acceso a las conversaciones privadas de los Verdurin. En ese sentido, es notorio el caracter de "novela dentro de la novela" o incluso "ficción dentro de la ficción" que acusa esta sección de Por el camino de Swann.
También nos enteramos de que Swann "ayuda" económicamente a Odette con grandes sumas de dinero para sacarla de sus apuros. Evidentemente, no deja de reflexionar sobre el caracter de "mantenida" de su amante, pero "no pudo profundizar en aquella idea, pues en aquel momento le sobrevino su congénita apatía, intermitente y providencial, para apagar toda luz en su inteligencia, tan bruscamente como más adelante, cuando instalaron por doquier la iluminaci´no eléctrica, se podía cortar la electricidad en una casa" (p.284).
Finalmente la situación se desequilibria. Una noche Swann acompaña a Odette a su casa; ella afirma sufrir una jaqueca y le pide a Swann que la deje sola temprano y que "apagara la luz antes de marcharse".
Pero, cuando hubo vuelto [Swann] a casa, se le ocurrió de pronto la idea de que Odette esperara a alguien aquella noche, hubiera simulado la fatiga y le hubiese pedido que apagara tan sólo ara que creyera que iba a dormirse, de que, en cuanto se había marchado él, hubiera vuelto a encender la luz y hubiese hecho entrar a quien había de pasar la noche junto a ella. (p.288).
Swann sale de su casa pasada la medianoche y se encamina hacia el "hotelito" donde vive Odette.
Entre la obscuridad de todas las ventanas apagadas desde hacía mucho en la calle, vio una sola de la que salía (...) la luz que llenaba la alcoba y que, en tatas otras noches (...) le alegraba y le anunciaba: "Ahí está esperándote", y que ahora lo torturaba diciéndole: "Ahí está con aquel al que esperaba". (p.288-289).

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